Cuando las langostas acababan con la hierba de la tierra, exclamé:

—¡Señor mi Dios, te ruego que perdones a Jacob! ¿Cómo va a sobrevivir, si es tan pequeño?

Entonces el Señor se compadeció y dijo:

—Esto no va a suceder.

Esto es lo que el Señor y Dios me mostró: Vi al Señor y Dios llamar a juicio con un fuego que devoraba el gran abismo y consumía los campos.

Read full chapter

Bible Gateway Recommends